Con el permiso de © K. Eggenstein: 'El Profeta Lorber anuncia las catástrofes venideras y la autentica cristiandad

Kurt Eggenstein

¿Se destruye la capa de ozono y se extingue la vida en la tierra?

   Unos peligros inimaginables sobrevendrán a la humanidad. A la altura de veinticinco a treinta y nueve kilómetros, la tierra está envuelta en una capa de ozono que filtra las partes invisibles ultravioletas de la luz solar, que ayuda al bronceado del hombre al tomar baños de sol, sin perjudicarle, si no los exagera. Sin esta capa ozónica, toda vida en ia tierra sería destruida. El peligro de la destrucción de la capa ozónica se ha incrementado últimamente en todo el mundo, por el empleo de hidrocarburo fluorado (conocido bajo las marcas comerciales de «Freon», Frigen, F. TF. Solvent, que se utiliza como agente propulsor para fijadores de cabello, desodorantes, bronceadores, pinturas, perfumes, aislantes, pesticidas o colas. También se emplean como refrigerantes en instalaciones de aire acondicionado y frigoríficos. Los hidrocarburos fluorados no se disuelven ni reaccionan con otros productos químicos, sino que se elevan hacia la atmósfera superior, alcanzando finalmente la estratosfera, donde reaccionarán con el ozono, destruyendo la protección solar natural. Los hidrocarburos pueden llegar a ser «el peligro número uno para la capa ozónica», tratándose de una producción de casi un millón de toneladas anuales. Con la disminución de la capa protectora, aumentará rápidamente eI cáncer de la piel. F. S. Rowland, catedrático de la Universidad Irvin, USA, calcula un aumento de 100.000 casos anuales de cáncer de piel, si no se frena la producción. Las queridas latas de spray aún provocan otros peligros. Con la disminución de sólo un cinco por ciento de ozono, la intensidad de la radiación ultravioleta en la supercie de la tierra aumentará en un veintiséis por ciento según cálculos científicos. La consecuencia será el daño a la producción de fitoplancton en el mar, productor del sesenta por ciento del oxígeno en la tierra, así como de los cultivos necesarios para nuestra alimentación. En el informe de la NASA, de agosto de 1981, se comunicó que la capa protectora de ozono a la altura de cuarenta kilómetros, ya disminuyó en un cuatro por ciento. Los científicos demuestran que en base a cálculos de computadoras, se ve que «los gases tendrán su mayor efectividad sobre la capa ozónica en los años 1985 hasta 1990. La situación potencial se ha de describir como global y peligrosa». Según datos del Consejo Nacional de Investigación de USA, está comprobado que una disminución escasa del contenido ozónico aumenta las diferentes enfermedades cancerígenas.
   En algunos países se prohíbe la producción de hidrocarburos fluorados y en otros, han dejado de producirlos voluntariamente, en cambio, en algunos países sigue la producción. Además, hay que tener en cuenta, que también otros productos disolventes clóricos, y el monóxido de nitrógeno tienen un efecto destructivo para la capa ozónica. En la revista Umschau in Wissenschaft und Technik de mayo de I980, se informa que en base a métodos científicos perfeccionados, se pudo comprobar que la destrucción de la capa de ozono por intervención del hombre, avanza más rápidamente de lo que se suponía. Los científicos hablan de «una bomba de tiempo planetaria». El comentario publicado en la Frankfurter Allgemeine Zeitung, enfoca los riesgos provocados por la producción masiva de productos químicos: «Da que pensar que un cierto producto químico entró durante años en cantidades de millones de toneladas en el medio ambiente, sin que se supiera dónde se depositaría ni qué reacciones provocaría».
   «En Mi gran hogar todo está calculado», dice el Señor al hombre actual. «Una intervención por la mano del hombre se vengará en el mismo hombre, porque antepone sus cálculos a los Míos.» (LGh, 208). 350 - 351


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© Texto: Kurt Eggenstein; © Edición informática; © by Gerd Gutemann G. Gutemann